El trabajo silencioso de una intérprete en los Juegos Paranacionales

Cartagena, 4 de diciembre de 2019. -Martha Martínez Santos es una cartagenera de 32 años, que en silencio, realiza una de las labores más dignas y admirables en los Juegos Paranacionales.

Ella se ha convertido, con otras cinco intérpretes que contrató el Ministerio del Deporte, en la amiga inseparable de los deportistas sordos de las diferentes delegaciones, especialmente en las competencias y en las ceremonias de premiación.

Gracias a su trabajo, los para atletas clasificados funcionalmente en la categoría 15 (auditivos) se sienten tranquilos y bien atendidos durante las justas, como ocurre en las premiaciones de para-atletismo y para-natación, donde está designada, inicialmente, en los Juegos.

Aunque no tiene ninguna discapacidad, aprendió la lengua de señas, porque desde niña compartió con compañeros sordos, ya que estudió en un colegio inclusivo.

“El mejor docente de la lengua de señas son los mismos sordos. Ellos nos enseñan todos los días cosas nuevas y con ellos compartí seis años en mi vida, en el colegio”, considera.

Es intérprete nivel 4, de los más altos, sin haber hecho un curso para tal fin. Cuando se graduó del colegio presentó el examen y de inmediato la clasificaron.

“Además de estudiar con compañeros sordos, tengo una tía que también es sorda y eso también me animó a aprenderla”, explica.

Pero en su vida cotidiana tiene un reto aún mayor, pues es docente en Cartagena, del Colegio Antonia Santos. Inicialmente trabajaba solo como intérprete, pero desde hace ocho meses también da clases en primaria, pero no solo para sordos. En su curso tiene alumnos con discapacidad y sin deficiencias auditivas.

Por todo eso, Martha se merece también una medalla de oro en estos Juegos Paranacionales.


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