El fútbol sala, la motivación de Makol Marín

Cartagena, diciembre 5 de 2019. - Dentro de la cancha lleva el dorsal número 8: es el líder del equipo, el capitán. Sus indicaciones se siguen con atención, es quien hace que las indicaciones del entrenador se cumplan dentro del terreno de juego. 

Además, tiene una responsabilidad grande: impulsar anímicamente a sus compañeros. La figura de Makol Fabián Marín Castrillón, jugador de la selección del Huila, sobresale en las canchas por su tesón, entrega y pasión.
 

Su camino por el deporte arrancó desde temprana edad. El fútbol siempre llamó su atención, así que lo practicaba en cualquier superficie: grama sintética, natural, pavimento. En todas sobresalió. A los nueve años comenzó a entrenar con el Ider, donde demostró sus primeros destellos con el balón. “Desde esa edad la única ilusión que tenía era lograr una medalla de oro, pero sabía que el trabajo para hacer este anhelo realidad era trabajar arduamente”, traduce el intérprete del equipo John Freddy, mientras el para atleta se comunica mediante la lengua de señas.
 

Marín Castrillón es una persona sorda, pero ha sabido adaptarse. “Hay que aceptar las cosas como son: muchas son positivas, otras negativas”, resalta. Esta mentalidad la ganó gracias al deporte. Una enseñanza que le dejó, además de los diferentes valores como persona que son disciplina, entrega, respeto o cordialidad.  
 

Su proceso lo define en una palabra: dedicación. Gracias al profesor Adrián, quien fue su primer entrenador, aprendió la fundamentación, técnica y corrigió varios errores que tenía al momento de posicionarse dentro de una cancha. También fue clave para ganar fortaleza mental y pensar siempre de manera positiva.
 

Así mismo, su mamá, abuelos, sobrinos fueron importantes para su formación. Todos han jugado un papel fundamental para su crecimiento. Al igual que sus amigos, el equipo que hoy por hoy lo acompaña en los V Juegos Paranacionales, Bolívar 2019. Ellos también son su familia. Entre todos se apoyan constantemente para levantarse si hay adversidades y para enfrentar la vida siempre con la cabeza en alto.
 

“Nunca criticamos las malas acciones. Si se pierde, somos todos. Igual si se gana. Nunca pretendemos desanimar a los compañeros, si no por el contrario, impulsarnos”, destaca el para atleta con ilusión. Sabe que en su espalda carga el peso de todo un equipo, la ilusión de todo un departamento, pero es algo que lleva con orgullo. Demostrando siempre que Colombia es una Tierra de Atletas.